La agricultura está en la cúspide de una revolución robótica. Tractores autónomos equipados con GPS, sensores e inteligencia artificial están llegando a las explotaciones de todo el mundo. Sus defensores sostienen que estas máquinas avanzadas transformarán la eficiencia y la productividad agrícolas. Pero, ¿deberían los agricultores apresurarse a sustituir su maquinaria humana por bestias de carga robotizadas? Este artículo examina en profundidad las últimas capacidades y opciones de modelos de tractores autónomos, sopesa las ventajas y desventajas potenciales para los propietarios de explotaciones agrícolas y explora las consideraciones a tener en cuenta para determinar si la automatización está justificada.

Marcas y modelos actuales de tractores autónomos

Cada vez son más los fabricantes de maquinaria agrícola que ofrecen tractores autónomos para uso comercial. Aunque los modelos varían, comparten las funciones básicas de la conducción autónoma. La navegación por GPS y la cartografía de zonas permiten a los tractores seguir con precisión las rutas programadas sin guía humana. Los sensores de detección de obstáculos evitan colisiones cuando personas, animales u objetos se cruzan en su camino. La supervisión remota permite el control y el ajuste desde teléfonos inteligentes u ordenadores.

He aquí un resumen de los modelos de tractores autónomos de producción más destacados que ya circulan por los campos de todo el mundo:

Tractor autónomo John Deere 8R 410

El John Deere 8R 410 debutó en 2021 como el primer tractor totalmente autónomo vendido en Norteamérica. Aprovecha seis pares de cámaras estéreo para detectar obstáculos en 360 grados. Los agricultores pueden configurar trayectorias y operaciones exactas mediante la aplicación AutoPath. Para la supervisión remota, las imágenes de vídeo y las alertas se muestran en el panel del Centro de Operaciones.

Por ahora, el 8R 410 autónomo se encargará del laboreo, pero en un futuro próximo esa tecnología se transferirá a otras herramientas y máquinas. El tractor sigue siendo capaz de realizar todas las tareas no robóticas. | Foto John Deere

El 8R 410 está disponible en cinco modelos con potencias de 177 a 405 CV. Los precios de catálogo oscilan entre $500.000 y $800.000.

Tractor autónomo New Holland T7.315 de CNH Industrial

El modelo de producción T7.315 de CNH Industrial, que forma parte de una plataforma conceptual autónoma presentada en 2016, llegó en 2020. Utiliza sensores lidar y de radar para buscar continuamente personas y objetos. El T7.315 realiza tareas de forma autónoma guiado por unidades de control del vehículo y herramientas de cartografía con GPS.

El sistema IntelliTurn de New Holland también permite realizar giros automáticos al final de la hilera durante las aplicaciones de arado, siembra y laboreo.

Tractor autónomo Fendt 1000 Vario

El Fendt 1000 Vario de alta potencia de AGCO puede equiparse con la dirección automatizada AutoGuide para una navegación por el campo sin manos. La función Fendt Guide Contour Assistant permite labrar y trabajar el suelo de forma completamente autónoma en pendientes y terrenos irregulares. La supervisión remota y la solución de problemas de diagnóstico son posibles a través del ecosistema de agricultura inteligente Fuse.

El 1000 Vario ofrece capacidades de 112 a 517 CV.

Tractor autónomo eléctrico Monarch Tractor MK-V

Entrega comercial prevista para 2023, el Tractor Monarch MK-V funciona únicamente con baterías en lugar de diésel. El diseño cerrado y de baja altura alberga seis motores eléctricos que desarrollan una potencia nominal de 250 caballos. El funcionamiento autónomo se basa en 12 sensores lidar, seis cámaras ópticas y una GPU Nvidia para el procesamiento de la situación.

El MK-V se centrará inicialmente en viñedos y huertos ecológicos. El precio inicial previsto es de $50.000.

Prototipo de tractor autónomo Yanmar YT5115N

El fabricante japonés de tractores Yanmar ha desarrollado un concepto de tractor autónomo llamado YT5115N. Basado en el modelo estándar YT5113N para cultivos en hilera, utiliza cámaras lidar y estereoscópicas para autodesplazarse por los campos mientras labra, siembra y pulveriza. El diseño sin cabina liberó espacio para el hardware de tecnología autónoma y los depósitos de productos químicos.

Yanmar está perfeccionando el prototipo para su posible producción comercial.

Principales ventajas de adoptar tractores agrícolas autónomos

Más allá de la mera novedad, los tractores autónomos pueden beneficiar tangiblemente a los agricultores de múltiples maneras. Estas son algunas de las ventajas más convincentes que ofrecen los tractores robotizados en comparación con sus homólogos pilotados por humanos:

Mayor eficacia y rapidez en la realización de tareas

Sin un conductor que necesite descansos, los tractores autónomos pueden trabajar de forma continua durante mucho más tiempo. Su conducción precisa y su incansable ritmo de trabajo aceleran la finalización de los trabajos. La eficiencia mejora aún más a medida que los agricultores ganan confianza para desplegar varios tractores autónomos coordinándose simultáneamente. El menor número de pasadas por los campos y la ausencia de solapamientos aumentan la eficiencia.

Menores costes de explotación

La eliminación del operador humano reduce significativamente los costes de explotación. Los tractores autónomos reducen drásticamente la costosa mano de obra especializada necesaria. El ritmo constante optimizado por algoritmos también reduce el consumo de combustible. Con una conducción más suave, el desgaste de los componentes del vehículo disminuye, lo que reduce los costes de mantenimiento. Los ingresos netos de las explotaciones aumentan gracias a la reducción de los gastos generales.

Menor dependencia de los productos químicos

Los sistemas de guiado permiten a los tractores autónomos plantar semillas, pulverizar fertilizantes y aplicar pesticidas con una precisión increíble. La colocación en el punto exacto significa menos uso excesivo y desperdicio de productos químicos caros. Los menores costes de los insumos ayudan a aumentar los márgenes de beneficio. La aplicación selectiva evitada por los humanos minimiza aún más los riesgos de deriva química.

Mayor agilidad y ajustes continuos

A diferencia de los planes anuales fijos, los tractores autónomos responden en tiempo real a las condiciones cambiantes. Los datos instantáneos de los sensores de humedad, por ejemplo, permiten a los tractores modificar el riego a nivel granular. Los brotes repentinos de plagas desencadenan una fumigación inmediata y selectiva. Los tractores autónomos siguen adaptando los planes para obtener resultados óptimos.

Menos impacto ambiental

Desde la reducción del uso de productos químicos hasta el menor tamaño de los implementos arrastrados, los tractores autónomos actuales promueven una mayor sostenibilidad. Sus modelos ligeros y totalmente eléctricos compactan el suelo mucho menos que las pesadas máquinas diésel. Los tractores más pequeños permiten una mayor precisión en ecosistemas delicados. Con el tiempo, la automatización reduce la contaminación y la degradación del suelo.

Mayor seguridad y salud de los trabajadores

Eliminar a los operadores humanos de los equipos pesados inseguros evita lesiones y muertes relacionadas con los tractores. Los modelos autónomos evitan los riesgos de vuelcos, atropellos y enredos. Los modelos sin cabina también protegen a los agricultores de la exposición a pesticidas tóxicos. Los tractores autónomos crean condiciones de trabajo más seguras y menos estresantes.

Capacidad para ampliar y personalizar las operaciones

A diferencia de los equipos agrícolas fijos, las flotas autónomas se amplían fácilmente para gestionar superficies adicionales. Los agricultores pueden ampliar sus explotaciones de forma rentable añadiendo más tractores programados. Las máquinas personalizadas adaptadas a cultivos o terrenos específicos también simplifican la diversificación de las explotaciones. Los aperos autónomos también aumentan la escalabilidad.

Mayor recopilación de datos y análisis

Cámaras a bordo, cartografía GPS, sensores y visión por ordenador guían a los tractores autónomos. Pero estas tecnologías también recopilan inmensos volúmenes de datos agrícolas. Los análisis identifican patrones y oportunidades de mejora como nunca antes. La información optimiza las futuras estrategias de cultivo.

Atraer a las generaciones más jóvenes

Las encuestas muestran un gran interés entre la generación del milenio y la generación Z por aplicar la tecnología y la robótica a la agricultura. Los tractores autónomos y la agricultura inteligente basada en datos son atractivos clave. La automatización hace más atractivas las carreras agrícolas en un contexto de escasez de mano de obra.

Posibles inconvenientes de la adopción de tractores automatizados

Junto a sus muchas ventajas, los tractores agrícolas autónomos también presentan algunos inconvenientes y riesgos que merece la pena reconocer:

Importantes costes de inversión inicial

Con precios de base que empiezan en torno a los $500.000, los tractores autónomos están fuera del alcance de muchos pequeños productores. La importante inversión de capital puede no resultar rentable para explotaciones de menos de 5.000 acres. Garantizar ayudas financieras a los agricultores hace más factible la adopción.

Curva de aprendizaje pronunciada

Los agricultores aún deben desarrollar habilidades especializadas en software de automatización guiada por GPS, diagnósticos basados en sensores y análisis de datos agrícolas. La mayoría necesitará una formación exhaustiva para aprovechar con destreza estas tecnologías avanzadas y sus continuas actualizaciones.

Necesidades de infraestructuras mejoradas

Para permitir la automatización, las explotaciones necesitan Internet de alta velocidad suficiente para una transmisión de datos fiable, servidores para gestionar los datos cartográficos del GPS, energía eléctrica estacionaria para la carga y capacidad de asistencia técnica. La falta de estas infraestructuras dificulta su adopción.

Posibles interferencias con la automatización

Cualquier desactivación de los sensores o cámaras del tractor puede provocar un fallo general de la automatización. Los campos inundados, las cámaras cubiertas, los sensores polvorientos y las señales de GPS oscurecidas podrían obstruir temporalmente el funcionamiento autónomo. La intervención humana sigue siendo esencial como medida de seguridad.

Susceptibilidad a los ciberataques

A medida que los tractores autónomos se interconectan, se vuelven más vulnerables a las amenazas de ciberseguridad. Los malintencionados podrían aprovechar las vulnerabilidades para robar datos o sembrar el caos tomando el control de los vehículos. Es esencial adoptar medidas proactivas para evitar la piratería informática.

Limitaciones de hardware de los modelos actuales

Los primeros tractores autónomos de producción aún no pueden sustituir totalmente las tareas humanas. La mayoría carece de apéndices de manipulación para tareas como inspeccionar los cultivos o desatascar los aperos. La supervisión humana sigue siendo clave hasta que las capacidades maduren.

Preocupación social por la pérdida de empleo

Aunque los tractores autónomos cubren el déficit de mano de obra agrícola, persiste el temor de que desplacen a los trabajadores agrícolas que quedan. Los programas de reciclaje y educación son cruciales para ayudar a la mano de obra rural en la transición y evitar el resentimiento hacia la automatización.

Factores clave para decidir si los tractores autónomos son adecuados para su explotación

A la hora de evaluar la conveniencia de adoptar tractores autónomos, la mayoría de los agricultores tienen en cuenta cuatro factores principales:

1. Superficie cultivada

Con unos elevados costes por unidad, la compra sólo tiene sentido desde el punto de vista económico en extensiones superiores a 3.000-5.000 acres. Los tractores autónomos aprovechan todo su potencial económico cuando maximizan el tiempo de funcionamiento 24/7 en parcelas más grandes. Las parcelas de menos de 240-800 acres probablemente no puedan justificar actualmente los costes de los equipos autónomos.

2. Cultivos y tareas adecuados para la automatización

Algunos cultivos, como los cereales en hileras, el algodón y el heno, que exigen un uso intensivo de maquinaria para la preparación del terreno, la siembra, el tratamiento y la cosecha, son los que obtienen mayores beneficios de la automatización. Por el contrario, los cultivos especializados y delicados que requieren un manejo humano diestro siguen justificando por ahora el trabajo manual.

3. Disponibilidad de trabajadores cualificados

Los agricultores que tienen dificultades para encontrar y retener a operadores de equipos y jefes de campo experimentados pueden beneficiarse enormemente de la suplementación con tractores autónomos. Aumentan la productividad sin más contrataciones. Sin embargo, las explotaciones con mano de obra abundante y asequible tienen menos urgencia por automatizarse.

4. Estado de las infraestructuras agrícolas

Las instalaciones existentes con suficiente generación de energía, conectividad de alta velocidad y sistemas de geolocalización de precisión pueden integrar fácilmente tractores autónomos inteligentes. Las operaciones que aún dependen de infraestructuras obsoletas pueden necesitar primero actualizaciones para aprovechar el potencial.

En contextos específicos, como la producción de cereales básicos en grandes extensiones, los beneficios autónomos pueden superar a los inconvenientes. Sin embargo, los productores de todas las escalas y especialidades deben evaluar cuidadosamente sus propias necesidades y prioridades.

El futuro papel de los tractores autónomos en la agricultura

Aunque todavía no supera las capacidades operativas humanas en todos los ámbitos, la tecnología autónoma de los tractores agrícolas sigue madurando rápidamente. Capacidades inviables hace solo 5-10 años, como la automatización total de la labranza y la siembra, son ahora realidades comerciales gracias a los avances en sensores, GPS, tecnologías inalámbricas y potencia de cálculo de IA.

De cara al futuro, los tractores alcanzarán sin duda nuevos niveles de inteligencia y capacidad. Los equipos verdaderamente sin conductor pronto se coordinarán con fluidez para ejecutar planes agrícolas de gran complejidad, demasiado difíciles de orquestar para las personas. Pero la supervisión humana, la resolución de problemas y las habilidades mecánicas seguirán siendo esenciales en los casos en que la robótica pura no rinda. La granja ideal del futuro probablemente se centre en equipos híbridos de personas y máquinas autónomas cada vez más competentes que trabajen en perfecta armonía por toda la tierra.

Conclusiones: Principales conclusiones sobre los tractores autónomos

En resumen, estas son las principales conclusiones que los agricultores de todo el mundo extraen de este análisis en profundidad de los tractores autónomos:

  • Varios de los principales fabricantes de tractores ofrecen ahora modelos con sólidas funciones autónomas para uso comercial general, basadas en GPS, lidar, cámaras e informática.
  • Entre las principales ventajas se incluyen la reducción de los costes operativos y de la carga de trabajo, la mejora de la eficacia, el aumento de la precisión, la ampliación de la escalabilidad y la abundancia de datos de campo.
  • Pero los inconvenientes, como los enormes costes para las explotaciones más pequeñas, los requisitos previos de infraestructura, los riesgos cibernéticos y la pérdida de puestos de trabajo, siguen frenando la adopción universal.
  • Los productores deben sopesar la superficie, los cultivos, la disponibilidad de mano de obra y la preparación de las instalaciones a la hora de evaluar si la automatización merece una inversión.
  • Aunque todavía no es una solución milagrosa, las rápidas mejoras de la tecnología autónoma prometen ampliar enormemente sus capacidades y viabilidad para las explotaciones del futuro.
  • En los próximos años, la adopción de tractores autónomos se acelerará, los precios se moderarán y las capacidades se equipararán más a las humanas.
  • Pero los agricultores innovadores y bien formados seguirán siendo esenciales para supervisar, optimizar y complementar las máquinas autónomas a medida que la agricultura se adentra en esta nueva frontera.

La agricultura evoluciona constantemente, pero el ritmo del cambio se ha acelerado exponencialmente. Soluciones autónomas como tractores, cosechadoras y drones prometen transformar la agricultura. Pero los agricultores que quieran aprovechar estas herramientas emergentes deben sopesar objetivamente las exageraciones y los riesgos con sus propias realidades sobre el terreno. Cuando se despliegan estratégicamente, los ayudantes robóticos liberan un enorme potencial. Sin embargo, el juicio humano, la resolución general de problemas, la ética y el ingenio son, en última instancia, los pilares de cualquier explotación agrícola sostenible y de éxito del futuro.

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